lunes, 26 de enero de 2009

La erótica del poder

Tras algunos comentarios recientes de este blog (y algunos más que he visto por la red) sobre el atractivo físico de algunas mujeres de la política, a raíz del caso "Nebrera contra Álvarez", y encima la pequeña polémica de estos días sobre una entrevista a la también pequeña Soraya Sáez de Santamaría para El Mundo, en la que aparecía en pose sexy (o eso debió creer el fotógrafo, porque yo pienso que no sale favorecida), me ha parecido interesante escribir sobre las mujeres atractivas que se mueven en las altas esferas del poder. Dejo en manos de alguna bloggera inspirada hacer lo mismo con los hombres, si es que lo encuentra interesante.

Antes de nada, dejar claro que este artículo es un mero divertimento, y no se pretende atacar ni burlarse de nadie en serio. No es más que una manera de divagar y decir burradas como otra cualquiera. El humor es una de las pocas cosas que nos da la vida para soportarla; no prescindamos de él por miedo. (*)

Me centraré, por supuesto, en las personas que ocupan puestos realmente importantes o que, por alguna razón, se han hecho populares. No puedo conocer a las alcaldesas de toda España, o a las diputadas (con perdón) de todos los parlamentos autonómicos.

A nivel nacional, tengo que aceptar que el único partido que me ofrece algún ejemplo creíble es el PP. Sí, pese al asco que me causa esa formación política, es la única que contiene algún ejemplo de mujeres aceptablemente atractivas, ya sea por su físico o por el morbo que dan. He intentado sinceramente encontrar casos en otros partidos, pero en CiU sólo veo tíos calvos cincuentones, IU está tan arrinconada en los medios que ya ni conocemos a sus dirigentes, y el PSOE... pues mira que tiene ministras, pero es que todas son unos cardos. Apurando mucho se podrían "salvar" la de defensa y la de igualdad, pero es que... qué quieren que les diga. Imagínense el concepto que tendrá sobre el erotismo, sobre la tensión erótica, alguien como la ministra de igualdad. Debe ser de lo más romántico intentar ligar con una señora cuya principal ocupación a lo largo del día es recordar a la sociedad lo malos que somos los hombres. Ciertamente, a uno le asaltan ciertas dudas que tiran p'atrás: ¿Y si le intentas regalar flores y te sale con que es un detalle machista ancarónico que presupone que bla bla bla? ¿Y si la abrazas con pasión, y ella va y te aparta bruscamente para, a continuación, apuntar tu DNI para denunciarte por acoso? Que no, que no, pasando. Ganas de buscarse problemas.

La de defensa aún tendría algo de gracia si realmente fuese militar y acudiese a su trabajo vestida con uniforme (toma fetichismo), pero una progre como Chacón que se pasa todo el día hablando de misiones humanitarias, no tiene ningún tipo de atractivo. Y además no está buena, por mucho que algunos digan.

Del PP probablemente habría que destacar a su portavoz, Soraya Saez de Santamaría. A Soraya parece que la hayan sacado del videoclip de Amo a Laura. Y es ese aspecto de niña cursi de colegio de monjas, que reza cada noche sus oraciones, su principal aliciente. En el fondo, es una mujer que, según como la enfocan, resulta fea que te cagas; pero en según que tomas tiene un cierto atractivo. En cualquier caso, independientemente de que nos acabe de atraer por su cuerpo y su cara, tiene el aliciente que le da su aspecto de niña de buena familia nacionalcatólica. Pervertir a una pija como ella tiene su qué. Además, se le nota que intenta parecer guapa, y hasta suelta frases de doble sentido, como la que dijo hace poco en la entrevista para El Mundo: Me casé con un marido que tiene una retranca bárbara. Soraya, picarona, cómo te gusta hacernos pensar lo que no es. Si te oyeran las monjitas del colegio...

Menos morbo, pero quizás más atractivo físico tiene Montse Nebrera, aunque me parece que le quedan dos telediarios en la política, al paso que va. Y es que yo no sé si alguno de nosotros conseguirá follársela algún día, pero sus compañeros de partido le están dando por culo de una manera bestial ahora mismo. Nebrera es bastante mona, un poco delgada para mi gusto, pero tiene ese aire de intelectual soñadora (porque si fuera una persona realista no se metería en los follones que se mete) que le da el atractivo de los amores platónicos. Eso sí, su aspecto de directora general de alguna S.A. le quita el morbo que a otras mujeres del PP les proporciona su aire de conservadoras reprimidas.

Ya para terminar, tenemos a María Dolores de Cospedal, a la que podemos ver en la foto junto a Soraya, que con la mano está indicando lo que más le gustaría hacer en ese momento, mientras Dolores mira con sonrisa picarona en plan sí, eso es lo que me gusta a mí también. No sé por qué, pero en casi todas sus apariciones públicas, Dolores suele poner una cara de mala leche, en plan como te pases un pelo te voy a soltar dos hostias que te vas a enterar, gilipollas. Precisamente ese aire de señora dominante es el que le da parte de su atractivo. Se la imagina uno con el traje de cuero, las esposas colgando del cinturón y la fusta. Ama Dolores o algo así sería, supongo. Le iría que ni pintado, oiga.

Pero vamos a pasar a la política internacional, porque España por sí sola no nos ofrece suficientes alicientes sexuales. Si es que al final nos tiran más las extranjeras, como cuando venían las suecas a veranear aquí en los 70.

Ciertamente, mucha belleza no se suele ver en los primeros puestos de la política. Basta con ver a Condolezza Rice. Incluso cuando no son tan repulsivas como Rice, la mayoría de las figuras importantes son milfs más o menos arregladas, pero que en la mayoría de casos no dejan de ser grises funcionarias, sin una voz especialmente sexy, ni tampoco un físico muy impactante. Eso sí, cuando alguna tiene un pase, se habla de ella hasta la saciedad, como le ocurrió recientemente a Sarah Palin, convertida en una especie de sex symbol improvisada de la campaña republicana, y de la que incluso salieron dobles en el cine porno. O recordemos también aquella famosa foto del escote de Angela Merkel, que dio la vuelta al mundo. Durante unos días, la actualidad política del mundo se centró en dos cosas: la teta izquierda de la canciller alemana y la teta derecha de la canciller alemana.

Yo creo que Palin tenía, además, un factor que le daba mucho morbo, y es el mismo que me ha llevado a mí a escoger mujeres del PP: El hecho de que sea conservadora, madre de familia con (supuestas) buenas costumbres, y defensora pública, además, de esas mismas buenas costumbres, lo cual da pie a imaginarse que en el fondo sea una hipócrita que habla mucho de moralidad de puertas afuera, pero que de puertas a dentro es una calentorra insaciable. Es el sumum de la imaginación libertina: que la mujer en concreto sea una hipócrita. Y es que imaginarse a una derechona redomada poniéndose caliente e intentando llamar la atención de un macho, o peor aún, habiéndolo consegido ya y comportándose como una guarra en la cama, tiene infinitamente más gracia que si se trata de una progre de esas que se manifiestan a favor del aborto. Dónde va a parar. La escena tiene un contraste libertino que una mujer más liberal no podrá nunca conseguir.

Algunos mencionan a veces a las dos manadatarias del Cono Sur: Cristina Kirchner y Michelle Bachelet, pero qué quieren que les diga... no me acaban de convencer. No son especialmente atractivas. Además, la primera me parece tan asquerosamente presuntuosa, tan pija de revista, que me tira para atrás; la segunda la veo tan formalita que carece absolutamente de morbo, y físicamente la veo como a Merkel (o sea, mediocre), pero sin tanta teta.

Probablemente la que más despunta ahora mismo sea la primera ministra de Ucrania, Yulia Timoshenko. Algo fría, como suelen ser las mujeres del Este, pero no está nada mal, y ese peinado tan característico de su país le da un encanto especial. No sé, supongo que es como si una política española saliera con la peineta, y un tirabuzón a lo Estrellita Castro. Una cosa de esas que sólo por lo pintoresco ya ayudan. No es la clásica mujer con pinta de directiva de empresa occidental, a lo Palin.

Lo que está claro es que si en España tuviéramos una primera ministra como Yulia, estaríamos todo el día dándole al tema de lo buena que está. Menudos somos para eso. De esta sí que nadie pediría la dimisión. Ni ella la presentaria si fuera española, claro.


(*) Odio estas aclaraciones que ninguna persona con dos dedos de frente debería necesitar, pero en los tiempos que vivimos, tan paranoicos, tan orwellianos, se hace necesario protegerse de la necedad de los hipersensibles y los políticamente correctos. Ahora, para decir una frase humorística, te hace falta decir dos más: una para avisar de que la primera era de broma, y otra para aclarar que no pretendías ofender a ninguna persona, ni a ninguna minoría de esas cuyos miembros son suficientemente mezquinos como para ponerte una demanda por querer enfocar los asuntos serios desde una óptica más divertida. Cuando para poder hacer un chiste de una frase te hacen falta tres, a mí que no me jodan: es que algo falla.

Imágenes: http://mirabolivia.com/foro_total.php?id_foro_ini=84181
http://lacomunidad.cadenaser.com/rafagarcia/2008/3/31/rajoy-acierta-esta-vez
http://mvergesros.wordpress.com/2008/03/20/llibertat-dexpressio-dins-dels-partits-politics-les-diferencies-entre-montserrat-nebrera-i-gotzone-mora/
http://www.elpais.com/recorte/20080623elpepinac_4/LCO340/Ies/Cospedal_izquierda_Saenz_Santamaria.jpg

domingo, 25 de enero de 2009

220 años después...

El 14 de Julio de 1789, el pueblo de París, harto de los abusos del antiguo régimen, asaltó la Bastilla y comenzó una revolución que se considera clave para entender el progreso de la sociedad.

Se ha hablado mucho de que la revolución sirvió para implantar las ideas de los filósofos de la Ilustración, y es cierto; pero no es menos cierto que esas mismas ideas jamás hubieran podido implantarse (o al menos no con la misma celeridad), si no las hubiera impulsado la crisis que por aquel entonces asolaba Francia, y que llevó a un grupo de pobres ciudadanos a la desesperación, hasta el punto de estar dispuestos a enfrentarse contra los guardias realistas que custodiaban la Bastilla, y más tarde pasearse por las calles de París con la cabeza de su gobernador, el marqués de Launay, ensartada en una pica. Y es que la filosofía está muy bien, pero para acabar implantándose, siempre le hace falta que la necesidad le dé un impulso. Lo mismo ocurrió más tarde con las ideas de Marx, que jamás hubieran llegado a nada de no haber existido tantos millones de obreros puteados en todo el mundo, y de no haberse encontrado Rusia en una situación límite en 1917.

Pues bien: Ahora, 220 años más tarde, creo que nuestro mundo se enfrenta al mismo dilema, sólo que ahora no es únicamente un problema de los franceses; ahora todos somos Francia, por así decirlo. Nos hemos pasado mucho tiempo escuchando a los políticos de nuestro tiempo decir que no hay alternativa posible, que la sociedad capitalista en la que vivimos es la única forma de vida, que cualquier otra cosa es una locura. Exactamente lo mismo que se decía sobre el feudalismo y la monarquía a finales del siglo XVIII, hasta que a unos cuantos miles de desarrapados se les hincharon las pelotas y decidieron que, mira tú por dónde, iban a probar a ver si había otras maneras, no fuera a ser que les hubieran estado engañando; y acertaron. Ahora nosotros comenzamos a convencernos de que quizás no sea tan cierto eso de que no hay vida más allá del capitalismo; comenzamos a ver que el sistema no funciona y que algo tiene que cambiarse; comenzamos, pues, a pensar como un francés del siglo XVIII. Sólo nos falta un ingrediente para tomar la Bastilla: el cabreo.

Yo creo que en los próximos meses (no mañana ni el mes que viene, pero quizás en el plazo de un año, más o menos) se va a vivir una situación parecida a la de entonces. No pienso que ésta sea, como afirman algunos, una simple crisis circunstancial, de la que nos recuperaremos en 2010 o 2011. Esto tiene pinta de arrastrar naciones enteras al desastre. Islandia ya ha caído y va a la deriva; Irlanda y Reino Unido se tambalean; los propios Estados Unidos sobreviven gracias a un gasto desorbitado en ayuda de los bancos y las grandes empresas, pero no está claro hasta cuándo van a poder seguir así. Otros países como España, van campeando como pueden, pero en caso de que se produzca una definitiva caída del sistema, se verán también arrastrados, y no tienen ni los recursos ni la iniciativa (nunca la hemos tenido) para superar una situación así.

Alguien podría decir: Qué visión tan apocalíptica planteas, ¿no? Al contrario, es genial que por fin se mueva algo. Es más: quizás esta crisis va a ser la gran salvadora de la humanidad, del mismo modo que la Revolución Francesa (y algún hecho más de aquella época, como la independencia de los Estados Unidos, la primera verdadera república moderna) salvó a la humanidad de siglos de feudalismo, y abrió las mentes de las personas, conduciendo a la sociedad a un estado más igualitario. Aunque las cosas no cambiaron de un día para otro, se sentaron las bases para que, unas generaciones más tarde, el mundo fuese bastante distinto. Si esta crisis se atenúa y se acaba convirtiendo en algo circunstancial, habremos perdido una gran oportunidad. Será como si en 1789, Luis XVI hubiera conseguido atenuar un poco la situación para que el pueblo no se levantase. A corto plazo, genial; a largo plazo, una gran cagada.

De momento, el nivel de cabreo de la población no ha alcanzado ese umbral límite en el que el tranquilo ciudadano pasa de manifestarse pacíficamente o secundar una huelga general a lanzarse machete en mano junto a otros miles en dirección al Parlamento para rebanarle el pescuezo al presidente de turno (o si hay una guillotina, pues también vale). Es difícil saber en qué momento se llegará a ese umbral. En Grecia se ha producido un amago de levantamiento, aunque la situación no llega a ser tan crítica todavía. En Islandia el cabreo crece, pero quizás la población aún no ha asumido del todo la necesidad de buscar alternativas, o quizás es que estos nórdicos están demasiado bien educados en el civismo como para emular a Robespierre y los suyos. Se ha perdido la antigua fiereza vikinga. De hecho, todos estamos demasiado acomodados (y me incluyo), como seguramente lo estaba una parte de la sociedad francesa de entonces, a la que a lo mejor "no le iba del todo mal" con el sistema establecido, y no se atrevía a reclamar lo justo, sólo por contentarse con ser las comparsas del rey y de los nobles. Hasta que llegó un día en que el número de cabreados superó ampliamente el de los "relativamente sarisfechos", y así se movió la Historia, como se mueve siempre, por cojones.

Probablemente, un desmoronamiento de la banca (situación parecida a la que vivió Argentina hace unos años, y que no ocasionó una revolución de milagro), o la crisis repentina de un sector importante (hace unos meses se hablaba de la posibilidad de cierre de los tres grandes fabricantes de automóviles de EE.UU., con todo lo que eso comporta) podrían hacer traspasar el umbral, si se combinan con un alto índice de paro y con la manifiesta incapacidad de los políticos para resolver los problemas (este último factor está asegurado, los dudosos son los otros). Ahora mismo, yo veo tres posibilidades:
  1. La crisis se va campeando más o menos, la gente lo pasa mal durante dos o tres años, pero el sistema no cae.
  2. La crisis se agudiza hasta poner en jaque a los políticos, que por fin se atreven a cambiar el sistema capitalista de raíz, imponiendo reglas que pongan coto a las desigualdades y a la insostenibilidad ecológica.
  3. Los políticos no se atreven a cambiar nada y la crisis se va agudizando hasta que se traspasa el umbral límite del cabreo popular (ULCP), con lo cual, viviríamos una situación parecida a la de 1789, sólo que el papel de Luis XVI quizás le correspondería a Gordon Brown, José Luis Rodríguez o el mismo Barack Obama, entre otros. Son los gajes del oficio.

¿Qué es lo probable y qué es lo preferible? Evidentemente, lo preferible es la opción 2, pero la considero poco probable. Para mí la más probable es la 3 (o sea, que se líe parda), seguida a muy poca distancia de la 1, y ya mucho más lejos está la 2. Veremos qué acaba ocurriendo finalmente; desde luego, emoción no nos va a faltar, y con un poco de "suerte", nuestra generación hará historia, del mismo modo que la hicieron la de Marat o la de Lenin. ¿No es fantástico?


La imagen del artículo (que he sacado de la Wikipedia, y que está en el dominio público), no corresponde a la Revolución de 1789, como muchas veces se ha dado a entender, sino a la de 1830, pero yo creo que a estas alturas el cuadro de Delacroix ya es la imagen de todas las revoluciones. Tradicionalmente se le llama La libertad guiando al pueblo, pero yo más bien lo titularía La necesidad guiando al pueblo.

martes, 20 de enero de 2009

Del amor a uno mismo

La vida no es nada sin amor. Parece una frase romántica, pero no lo es. Es la "triste" realidad, por así decirlo. Quien no ama nada, quien no siente interés por nada, pasa por la vida como un zombie, moviéndose sin espíritu y haciendo cosas sin disfrutarlas. El amor es un sentimiento que se puede proyectar sobre cualquiera de los elementos que forman parte de nuestra vida, y de todos estos elementos, ninguno es más importante que nosotros mismos.

Se piensa a menudo que amarse a uno mismo es fácil, puesto que el egoísmo es un defecto muy extendido. Falso. En realidad, el egoísta es una persona que no sabe amarse a sí mismo. Es como la madre sobreprotectora, que está siempre encima de su hijo, sin darse cuenta de que le perjudica de esta manera, y que si de verdad lo ama y desea lo mejor para él, haría mejor criándolo de manera que pudiera valerse por sí mismo en el futuro. Y aparte de los egoístas están los que, por un curioso estado de la sensibilidad, no se dan importancia a sí mismos, o creen que la vida va a durar mucho y que ya tendrán tiempo en el futuro de hacer esas cosas que deberían hacer ahora.

En el duro camino de la vida, cada uno de nosotros debería amarse a sí mismo como una madre, buscando lo mejor para nosotros, tanto en el presente como de cara al futuro. Una persona que se ama a sí misma también ama más facilmente a los demás y a todo lo que le rodea. Es una persona motivada, que crece interiormente cada día y a la que los demás también se sentirán más inclinados a amar que si se despreciase a sí mismo. La indiferencia no es atractiva.

Saber amarse a uno mismo no es fácil a veces, como tampoco lo es saber amar a los demás; sin embargo, este aprendizaje es sin duda el mejor favor que podernos hacernos a nosotros mismos, y también a quienes nos rodean.

Imagen: http://elmundosigueahi.blogspot.com/2004/12/el-espejo.html

lunes, 12 de enero de 2009

Otra vez Magdalena

No me gusta mucho entrar en esa "falsa política" con la que parece que en este país nos gusta disfrazar la verdadera actualidad. Estamos siempre hablando de tonterías sin importancia en lugar de centrarnos en los problemas del país, y eso no es bueno. Pero incluso las tonterías conviene matizarlas a veces, para que no parezca que se dan por buenas ciertas críticas infundadas o ciertas actitudes paranoicas de algunos grupos sociales, que a la mínima saltan y te lían la de Dios. Sobre todo cuando esas tonterías son en el fondo una manera encubierta de intentar hundir a alguien.

Después de aquel follón que nos lió Adif cuando se cortó el tráfico ferroviario de entrada a Barcelona por la zona Sur, creí que ya nunca más tendría que hablar de mi "querida" Magdalena Álvarez. Pero la decisión de Rodriguez de incluirla de nuevo en el gobierno (supongo que premiando algún mérito que los españoles desconocemos), unida a una extraña propensión a las catástrofes (tragedia del avión que iba a Canarias, nevada en Barajas,...), la mantienen en la cresta de la ola. Para mal, claro.

La última noticia relacionada con nuestra ministra ha venido de la mano de la diputada del Parlament de Catalunya, Montserrat Nebrera, que ha tenido la desafortunada ocurrencia de decir que la manera de hablar de la ministra parece de chiste. De entrada, el comentario es un error por parte de un político, por dos razones. Primero, porque si eres un político serio te tienes que centrar en la política seria, no descalificar a tus oponentes con desprecios o insultos un tanto gratuitos. Segundo, porque tal y como están hoy en día las cosas, en estos tiempos de tiquismiquis y sensibleros de lo políticamente correcto, cualquier cosa que digas puede ser usada en tu contra, como cuando te detiene la policía. Y eso es precisamente lo que ha ocurrido.

Nebrera, por tanto, la ha cagado. Ahora bien, la avalancha de indignación y de críticas que de todas partes (incluído su propio partido) están cayendo sobre ella son, en mi opinión, infundadas. Para comenzar, porque en este país se han dicho montones de cosas mucho más fuertes e indignantes. ¿Se acuerdan por ejemplo de cuando el presidente de Murcia llamó borracho a Pasqual Maragall? No recuerdo dimisiones entonces. Tampoco cuando Mariano Rajoy, hace muy poco, dijo aquello de que el desfile de las fuerzas armadas era un coñazo. Por lo visto los militares valen menos que los andaluces. Y podríamos seguir con mil y un ejemplos, sin ir más lejos el mismo "¿por qué no te callas?", que se intentó minimizar con tanto ahínco como ahora se intenta maximizar esto.

Pero es que aparte de que no es para tanto, resulta que la señora Nebrera no se ha reído en ningún momento de los andaluces ni de su manera de hablar. Lo que ha hecho ha sido decir que la manera de hablar de la ministra es de chiste. Pero la ministra no es Andalucía. A mí la manera de hablar de Montilla, nuestro querido "president" me parece lamentable, pero eso no es una crítica ni a los andaluces (puesto que es cordobés) ni a los catalanes (puesto que se supone que nos representa).

Por si alguien no lo sabía, la madre de la señora Nebrera es andaluza (igual que la mía, por cierto), así que dudo mucho que esté en su mente la intención de ir por ahí ridiculizando a los andaluces en su conjunto. Es de sentido común, y ella misma lo explica claramente en su blog. ¿Qué es entonces lo que ocurre? Pues primero, que vivimos en unos tiempos oscuros, en los que la gente está a la que salta. Segundo, que esta señora tiene demasiados adversarios políticos. Por un lado, los demás partidos, que lógicamente aprovechan cualquier oportunidad para atacar al PP; por otro, muchos de sus propios compañeros, que intentan evitar esa corriente de renovación que está intentando crear en el seno del PPC. Está claro que la van a derribar; si no lo consiguen con esto, ya saldrán otras ocasiones. La lástima es ver cómo se recurre a la demagogia de una manera tan ruin, en lugar de valorar las intenciones y los logros de una y de otra.

Imagen: http://www.duranilleida.org/?m=200711

sábado, 10 de enero de 2009

Cama y luz

Ciertos comportamientos humanos tienen su origen, no en la utilidad, sino en la costumbre. La gente comienza haciendo algo de una manera porque no le queda más remedio o porque en ese momento es lo más práctico por diversas circunstancias, y al final se acaba adoptando como la manera estándar de hacerlo, sin pensar que es mucho mejor de otra manera. En mi opinión, dos detalles relacionados con el sexo que se ven afectados por las actividades cotidianas de la gente son la costumbre de hacerlo en la cama y a oscuras, o con muy poca luz.

Pensándolo bien, el sexo es mucho más interesante con luz, a poder ser luz del día, que es más intensa y permite verlo todo más claramente. Privarse de este placer no tiene mucho sentido, a menos que la gente acostumbre a practicarlo de noche, justo cuando se va a dormir, que es precisamente lo que se ha solido hacer, ya que durante el día se trabaja, y a menudo la pareja ni siquiera está junta en casa. Sólo queda el momento del sueño, de manera que, o bien se folla justo antes de dormir, o justo después. De este modo, la cama ha quedado consagrada como el lugar típico para el sexo. Por eso mismo, también la oscuridad de la noche, o la semioscuridad en la que suele encontrarse un dormitorio, han acabado siendo preferidas por muchas personas para el sexo, privándose así del placer de la observación del acto, y también del cuerpo de la otra persona. Quizás, es preciso reconocerlo, sean también el pudor típico de las épocas antiguas o bien simplemente la vergüenza que produzca un físico no muy agraciado, los factores que hayan conducido a algunos a preferir la oscuridad.

En cualquier caso, vale la pena detenerse un momento a examinar las ventajas que ofrecen otros lugares y otras condiciones de luminosidad. ¿Cómo se puede querer prescindir de contemplar el rostro de la otra persona, el rubor que en ella produce la excitación? ¿Cómo se puede restar importancia a poder ver claramente la tensión de los músculos, el temblor de las carnes o el brillo del sudor? De acuerdo, puede haber ciertas prácticas puntuales que puedan estar bien en oscuridad (por ejemplo, un clásico de erotismo como vendar los ojos de la otra persona), pero en general, creo que es desaconsejable. El placer del tacto está bien, y el del oído es no poco importante, pero la vista también es crucial. ¿De qué viviría si no la indústria de la pornografía?

En cuanto a la cama, es cierto que siempre será el lugar más cómodo, y que permite poder dormir tras el acto (porque a menudo apetece), pero no nos ofrece todas las posturas, así que algunas debemos buscarlas necesariamente de otras maneras, estado de pie o bien sentados. Tampoco ofrece la higiene de la ducha o el morbo de otros lugares que, al ser menos típicos, le dan una gracia especial. Y es que a mí que no me digan que, por muy incómodo que pueda resultar, no es más gracioso hacerlo en la mesa del comedor o de la cocina que en la cama. Por Dios, dónde va a parar.

Imagen: http://decoraciona.com/una-breve-historia-del-dormitorio

viernes, 9 de enero de 2009

Frío tritoniano

Tengo la suerte de vivir en un lugar especialmente caluroso como la Costa Dorada, por lo cual, el frío que últimamente está azotando Europa no me afecta mucho. Hace rasca, pero por lo menos las temperaturas no bajan de cero grados, no como en León, por ejemplo, donde esa es la temperatura máxima (brrrr), y ya no digamos Alemania, donde han bajado de los veinte bajo cero... En sitios como Siberia prefiero no pensar.

A pesar de que el frío que sufrimos en la costa de Barcelona no es una exageración, ya hace unos días surgió la coña con una compañera de empresa en llamar a esta ola de frío frío tritoniano. ¿De dónde sale esta calificación? Pues de un curioso lugar llamado Tritón.

Se trata del mayor (y de hecho el único importante) satélite del planeta Neptuno, y tiene la característica de ser uno de los cuerpos más fríos del Sistema Solar, con una temperatura aproximada de -235ºC, tan solo unos 34 grados por encima del cero absoluto. Un mundo al borde del mayor frío posible. Esto se traduce en su aspecto fantasmal, parecido al de una roca congelada, que nos transmitió la sonda Voyager 2, hasta ahora el único visitante terrícola de este lejano lugar, situado en los confines de nuestro sistema planetario.

Toda la superficie del planeta está compuesta de hielo de diversos materiales (nitrógeno, metano, monóxido de carbono, agua...), sustancias muchas de ellas que aquí apenas imaginamos en otro estado que no sea el gaseoso, pero que en Tritón, sometidas a un inmenso frío, se solidifican y se convierten en rocas. Pero lo que más ha llamado la atención de los científicos son dos detalles. El primero es que existen volcanes; pero no como los de la Tierra que arrojan lava, sino que son criovolcanes, que arrojan nitrógeno líquido y quizás otras sustancias como el metano.

El otro detalle curioso de este mundo es la disparidad de su superficie. Mientras una parte de ella es escarpada e irregular, otra aparece cubierta con una curiosa estructura helada que algunos llaman "cáscara de melón". El cambio de una a otra es claramente visible, y es realmente como si tuviéramos dos planetas en uno.

Para desgracia de los aficionados a la astronáutica, no está previsto realizar misiones a estas regiones del espacio. Las agencias, poco motivadas y con menos presupuesto que nunca, se limitan a llegar a Saturno como mucho; lo que hay más allá queda para futuras generaciones, y aún podemos dar gracias a que en el 2015 llegará la New Horizons a Plutón, y podremos observar un mundo quizás muy parecido a este.

Así que ya sabéis: Por mucho frío que estéis pasando, aunque estéis en la misma Siberia, no sabréis nunca lo que es el frío hasta que no paséis un fin de semana en Tritón.

Fuentes:
http://www.astrored.net/nueveplanetas/solarsystem/triton.html
http://en.wikipedia.org/wiki/Triton_(moon)

Imagen: http://www.astrored.net/nueveplanetas/solarsystem/triton.html